jueves, 22 de febrero de 2007

Una anécdota


Hace un par de años, un día de verano, estando de vacaciones en Sabero (León), decidimos ir al monte a coger té. Era un día de mucho calor así que cogimos el todoterreno y subimos hasta un sitio muy alto donde había un lugar un tanto escarpado, pero con bastante sombra. Bajamos del coche y caminando pasamos bastante tiempo por las peñas cogiendo té. Al estar a mucha altura hacía un poco de fresco así que pasamos una mañana estupenda y divertida. Pero a la hora de volver hacia el coche, vimos a lo lejos que estaba rodeado de vacas, y cuál sería nuestra sorpresa cuando nos percatamos de ente ellas había un toro. Y sin cuidador a la vista. Después de pensar lo que íbamos a hacer decidimos quedarnos mi abuela, mi hermano y yo en una pequeña montaña mientras que mi madre con mucha cautela se acercaba al todoterreno. Se metió en el coche y ya pudo ir a buscarnos. Esta es una más de las anécdotas de mis veranos leoneses.

1 comentarios:

A las 23 de febrero de 2007, 11:28 , Blogger elenasanquinto ha dicho...

Fredo vaya como mola el toro

 

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